"GLOBALIZACIÓN Y CIRCULACIÓN DE LOS SABERES DESDE MÉXICO"




Circulación y globalización en el s. XVI

En su conferencia “Centro y corazón desta gran bola. Globalización y circulación del saber desde México (150-1620)” el Dr. en Historia de la Ciencia José Pardo Tomás aprovecha un verso del poeta naturalizado mexicano Bernardo de Balbuena para mostrar cómo en el s. XVI México formó parte de una circulación de mercancías y de saberes no sólo hacia España, sino también hacia China, Japón y Malasia.

Esta información parte del discurso de la Historia global que se está reescribiendo en las dos últimas décadas. En esta reescritura de la historia se empieza a destacar lo local que quedaba ocultado por lo global.

En el s. XVI el comercio ya estaba mundializado, actuando América, México en particular, de centro de “la gran bola”, manteniendo relaciones comerciales con Asia, Japón, China y Malasia sobre todo, así como con España y resto de Europa occidental.

Por las rutas comerciales circulaban no sólo las mercancías, sino también los conocimientos. Es lo que plasma Balbuena en estos versos.

El nativo e historiador Domingo Chimalpahin Quauhtlehuanitzin, perteneciente a la nobleza chalca describió como testigo directo la llegada a México en 1613 de la embajada japonesa, sobre la cual realizó unas crónicas en su idioma náhuatl y un diario en castellano


Las rutas comerciales de México con Manila desde Acapulco se mantuvieron más de 200 años, circulando plata potosina, plantas medicinales, y saberes; conocimientos médicos, filosóficos, astronómicos, matemáticos... Y gran parte de esta circulación se hacía a espaldas del poder colonial, sin conocimiento por parte de la Corona de Castilla.

Un producto que circulaba a nivel global desde América fue la quina andina apreciada no solo en Europa, Sevilla, Lisboa, Roma, París sino también en Asia, China, Japón y Malasia.

El conocimiento circuló de manera bidireccional allá donde hubo relaciones comerciales, a través de rutas marítimas y terrestres.

No sólo se transmitían saberes, sino que se gestionaba la ignorancia, creando activamente asimetrías de conocimiento. Las élites colonizadoras se aliaron con las élites indígenas para transmitirse e intercambiarse los saberes mutuamente, organizando qué transmitir y a quién, así como la ignorancia del resto de la población.

J. Pardo Tomás reflexiona sobre cómo se tendieron puentes para el conocimiento, puentes estrechamente vigilados, que también se cerraban. Así se abren puertas al arte y la gastronomía, pero se cierran para las ideas, la ciencia, la política. Un artefacto usado en este proceso es la jerga académica, latina o inglesa fuera de contexto.


En la relación colonizadora de la Corona de Castilla y la Nueva España con su capital en México el conocimiento tubo tres ámbitos de circulación:

Por un lado la “medicina de la conversión”, utilizando los conventos para aplicar tratamientos curativos a la vez que impartían cristianización. Los monjes se hacían cargo “por caridad” de los cuerpos enfermos de aquellos cuyas almas ya se habían convertido, aplicando medicina y sacramentos (aplicando el sangrado antes de la confesión, por ejemplo).

Desde 1520 a 1580 se perdió el 70% de población nativa por nuevas enfermedades.
Las explicaciones de los frailes aludían a causas divinas, castigos a pecados cometido.

Las explicaciones de los más de 100 viejos antiguos preguntados, recogidas en cuestionarios que enviaba la Corona de Castilla y que los “Preguntadores” locales iban recopilando entre los nativos, referían como causas del exceso de mortandad sobre todo a la imposición por parte de los frailes a la población indígena de un matrimonio temprano, a los 12-13 años, cuando antes las costumbres indicaban los matrimonios tardíos; a la nueva costumbre de comer pollo y beber el vino español, que les enfermaba y perjudicaba a las comunidades nativas, que antes no lo probaban; a haberlos apartado de sus dioses, que les decían lo que debían hacer cuando enfermaban; a la práctica del sangrado, que ellos antes nunca realizaron.

Los indígenas se defendían de estas imposiciones contactando con sus antiguos sanadores, practicando una medicina de la re-conversión.



Un segundo ámbito cultural que circuló globalmente, teniendo la Nueva España como centro fue “el reino del Sucedáneo”, la apropiación de la materia médica mesoamericana.
El médico Francisco Hernandez fue enviado por la Corona para recoger los saberes médicos, “sucedáneos” de los saberes galénicos, lo que hizo a lo largo de 6 años. En México se mercadeaba con estos 
“sucedáneos" hacia Europa y hacia Asia sin pasar por el control de la corona de Castilla. Copales, zarzaparrillas, tabaco y purgantes suaves eran las sustancias con fines curativos que más circulaban. Llevar a España las plantas y aclimatarlas a Europa era uno de los objetivos. Se hizo sobre todo en huertos de conventos, con dificultades de aclimatación y de peligro de envenenamiento por confusión. Fueron los purgantes suaves los más demandados, pues era una práctica médica que se utilizaba tanto en Europa como en Asia y en la América precolombina.

Supuso un proceso de recopilación, apropiación y expropiación del conocimiento indígena dentro del la explotación colonial.


Un tercer ámbito de conocimiento fueron las Historia Naturales. Por un lado La corona elaboraba Historias Naturales oficiales a partir de los datos que recogían los “Preguntadores” en respuesta a las preguntas de los cuestionarios enviados desde España y que una vez costestados se reenviaban de vuelta a la Corona. Plantas, animales, mapas, alimentos, principios curativos...

Por otro lado, los estudiosos nativos elaboraban sus propias Historias Naturales en los territorios coloniales, pero para una audiencia local. Así las Historias Naturales de los mestizos, de los ladinos...

Y por último las Historias Naturales pintadas en muros de conventos agustinos, muros de depósitos de agua, iglesias, algunas de las cuales aún se conserva.

Las Historias Naturales eran otra forma de apropiación del conocimiento americano. Tuvieron gran difusión mundial.


Ilustraciones aportadas por el Dr. José Pardo Tomás en su conferencia “Centro y corazón desta gran bola. Globalización y circulación del saber desde México (150-1620)” 



Comentarios

Entradas populares de este blog

"Los LOGROS de una persona dependen más de las expectativas de éxito que de las capacidades"

Tecnologías flexibles o rígidas

EL CÓDIGO GENÉTICO