REPRESENTACIONES ICÓNICAS DE CIENTÍFICOS EN LA HISTORIA

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DE LA CIENCIA Tarea 5.1

Representación icónica de científicos en la historia



Esta foto de Marie Curie y su hija Irene trabajando en el laboratorio, 1920, se ha difundido hasta la saciedad, no sólo en temas de Historia de la ciencia, sino en artículos de Mujeres y ciencia.

Hay muchas posibles lecturas de esta foto de tan amplia difusión. Yo entiendo que se resalta la transmisión del conocimiento de una generación a otra, una supervisión sosegada de la generación experta a la que está aprendiendo, un trabajo abnegado y continuo...

Antes de continuar quiero dejar clara mi gran admiración por la persona de Maria Salomea Skodowska-Curie, quien al nacer en la Polonia invadida por los rusos, donde los polacos no podían acceder a la universidad y cuyo idioma estaba prohibido, así como sus libros, se confabuló con su hermana mayor: ella, Maria, se fue a trabajar al campo como institutriz para poder costear los estudios de medicina de su hermana en Paris. Cuando la hermana mayor finalizara sus estudios y fuera independiente económicamente, llevaría a Maria a Paris para que ésta también estudiara en la Universidad. Y así lo hicieron. María S. Skodowska creó una biblioteca volante de libros en idioma polaco que escondían en los pajares y graneros mientras estuvo trabajando como institutriz en la Polonia rural.

Una lectura transversal, de género, me hace ver en la fotografía la indumentaria femenina, recatada, discreta, sin bata de laboratorio que indique el trabajo científico de grandes logros que respaldan los dos premios Nobel recibidos por Marie Curie (de Física -en el que se ignoró al investigador químico que contribuyó al trabajo de los esposos ante el requerimiento de ayuda por parte de Pierre Curie-, y más tarde el de Química) y por su hija, que más adelante también sería galardonada junto a su esposo con el Nobel de Química (existen  otras muchas fotos de ambas en el laboratorio portando su bata de trabajo). El lenguaje corporal, con esa mirada de la que enseña, esa entrega por parte de la que aprende..., a mi me habla de distinto tratamiento social hacia las mujeres científicas por parte de la sociedad, el imaginario colectivo (tanto en la mente del fotógrafo como en el que los que han decidido mostrar esta foto como representativa del trabajo de ambas tanto en manuales de historia como en artículos sobre Mujer y ciencia, hay unos esquemas de valores no igualitarios, sin atreverme a ponerles apelativo alguno)

      

A qué famoso cuadro nos recuerda al primer golpe de vista? Al cuadro de Las hilanderas de Velazquez.

Trabajo artesanal, no considerado cultura por entonces. Trabajo propio de mujeres.

¿Por qué será que no me recuerda a representaciones icónicas de grandes santas o filósofas? Porque fueron científicas mujeres.





Interesante imagen que aparece en la 2a edición de los Principia de Isaac Newton, en 1713, 26 años después de la 1ª edición (lo que dice mucho de la actitud de Newton  de evitar difundir sus descubrimientos entre la sociedad), junto a un poema de su amigo Edmund Halley a la muerte del científico:

“Los secretos ocultos de los cielos y el orden de las cosas móviles se abrieron con las matemáticas, apartando las nubes.
Ahora el sublime intelecto nos ha mostrado cómo penetrar en la morada de Dios.
Y poner al alcance de la mano las alturas de los cielos”
Muestra a Newton casi a la altura de Dios, separando las nubes, viendo las órbitas de los planetas y leyendo la mente de Dios.

Esta interesante información, proporcionada por el profesor de la asignatura, Jaume Navarro, me ha resultado emocionante conocer. No habría sido yo capaz de encontrarla  por mi cuenta, incluso con los recursos maravillosos que nos brinda Internet. Se lo agradezco.

La imagen me recuerda a otras dos obras religiosos carismáticas: Dios en las alturas en el fresco de la Capilla Sixtina “La Creación” de Miguel Ángel, donde crea al hombre al que le ofrece toda la naturaleza creada anteriormente, estando el hombre casi en el mismo plano, un poco por debajo de Dios, como en este grabado de Dios y Newton.

E imágenes de Moisés separando las aguas del mar Rojo para que el pueblo elegido por Dios pudiera marchar a la tierra prometida. Similar lenguaje corporal que transmite la posesión de sabiduría y poder

Newton, el gran hombre que capta las ideas creadoras en la mente de Dios, las descifra y las muestra a los hombre sabios. 





Charles Darwin, pintado por John Collier en 1886. El autor ha querido mostrar al científico con la mayor solemnidad posible, mostrando un 
científico que ha revolucionado el pensamiento humano, como en su día hicieron los filósofos griegos. Tiene en mi una gran admiradora. Conocer sus descubrimientos cambió mis creencias y sistema de valores.

Aquí una escultura de Platón, cuyo porte se asemeja




Por otra parte creo que esta imagen solemne de Darwin puede haberse convertido en icónica por lo que conlleva los descubrimientos que realizó, las teorías y cambios que facilitó en nuestra concepción del mundo que nos rodea (fruto también de la época y contexto en que le tocó vivir y le permitió que fueran madurando sus teorías, realizar sus investigaciones, poder publicar sus descubrimientos para conocimiento de todos). 



Me recuerda mucho una foto de Unamuno que se repite reiteradamente al hablar de su figura, sus logros y su pensamiento.

Estas fotos, tomadas a finales de los años 20 (murió de forma sospechosa, tras haberse implicado políticamente, en Diciembre de 1936), le confiere solemnidad, seriedad y rigor a su persona. La frecuencia de uso de estas fotografías en su biografía podría estar influída por la imagen icónica de Darwin en la pintura de Collier en el imaginario colectivo.




Esta imagen me imagino que puede representar a Galileo Galileo contemplando, con entusiasmo y asombro la luna y los planetas a través del telescopio, instrumento que él desarrolló en una época en que los avances en materia de óptica facilitaban este logro.

Me recuerda a este cuadro pintado por Murillo, “La visión de San Francisco de Paula”

La misma postura, la misma lectura corporal, una actitud de asombro y admiración y felicidad que mostraría Galileo ante la observación de los astros a través del telescopio, San Francisco ante la visión de Dios.







En el caso de Albert Einstein, esta fotografía instantánea captada el 16 de marzo de 1951 por el reportero Arthur Sasse, se ha convertido en icónica Se considera  la fotografía más difundida del s.XX. Forma parte de nuestro imaginario colectivo.

Podría estar en el origen de las imágenes promocionales que eligió el grupo de rock Kiss para la promoción de su álbum Tongue en 1978.

                                                             


La instantánea de Einstein fue fruto de un gesto que el científico les hizo a los fotógrafos que le requerían una fotografía tras salir de la celebración de su 72 cumpleaños, situado él en el asiento trasero del coche que le trasladaba, un gesto espontáneo tras el cual se echó a reír. 
Sólo un reportero logró captarla. Y a Einstein le entusiasmó tanto la instantánea que encargó 9 copias para enviar a sus amigos como felicitación. Le daba una imagen de científico loco que le gustó.


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