EL SUPUESTO CONFLICTO ENTRE CIENCIA Y RELIGIÓN

Introducción a la Historia de la ciencia Tarea 8.1

EL SUPUESTO CONFLICTO ENTRE CIENCIA Y RELIGIÓN

Rebuscando en la red noticias de conflictos recientes entre ciencia y religión lo primero que encuentro es una muy esclarecedora e interesante conferencia del profesor Jaume Navarro que impartió en la Universidad de Navarra en 2018 precisamente con el título “el conflicto ciencia-religión”

Entre las claves de análisis que transmite está en primer lugar la dificultad en definir lo que es ciencia y lo que es religión.

Que cuando se habla de conflicto entre estas dos entidades lo que subyace son conflictos de instituciones.

Son conflictos entre instituciones que buscan legitimidad para seguir ocupando el lugar preponderante de poder que ocupan en la sociedad en la que se desarrolla dicho “conflicto”.

Y es para legitimarse para tener el derecho de ocupar ese espacio de poder que ocupan por lo que hacen un relato de la historia que no corresponde a la realidad: se inventan mitos fundacionales, se crean rituales para recordar esos mitos continuamente y que terminen siendo asumidos por toda la sociedad, a base de crear el hábito con la práctica de esos rituales.

A mí personalmente el episodio histórico que me viene a la cabeza sobre el supuesto conflicto entre ciencia y religión ha sido la ocultación de la teoría de Darwin sobre la evolución de las especies por parte del sistema educativo español hasta varios años después de la muerte del dictador Franco: por nacer en el 55, morir el dictador cuando acababa mis primeros estudios superiores, no tuve conocimiento de la existencia de Darwin y de su teoría ampliamente aceptada a nivel científico y a nivel mundial hasta 3 años después de la muerte dl dictador, cursando mi siguiente licenciatura, con 24 años: un shock emocional que cambió mi concepción del mundo y me ayudó a cambiar creencias, afianzar mi sistema de valores éticos.

Analizando este supuesto conflicto entre ciencia y religión bajo las claves de que realmente son conflictos institucionales entre entidades que buscan legitimar su poder haciendo una narrativa de la historia que les permita perpetuar su poder, lo que podría ser un conflicto entre la religión católica y la ciencia, en este caso la teoría de la evolución biológica de las especies, se transforma en un empoderamiento mutuo de la iglesia católica española y el gobierno franquista.

El gobierno franquista busca su legitimación como adalíz de la iglesia, a nivel mundial, si es preciso. En territorio español se propone educar las mentes envilecidas por las ideas republicanas y comunistas. Se proclama fiero defensor de la iglesia católica, representante de Dios en la Tierra. Elabora ese relato ficticio para legitimar su posición de poder.

Y la iglesia católica española, encerrada en sí misma, en esa cápsula de poder que el gobierno franquista le otorga, retrógrada, con miedo a las ideas nuevas, más si vienen de fuera de las fronteras nacionales, ve las teorías darwinianas como inspiradas por el mismísimo diablo.

El gobierno se encarga de salvar las mentes de sus hijos de ideas pecaminosas que vengan de la biología, de la filosofía, incluso de la medicina; de la ciencia en sí.

El oscurantismo de la iglesia católica de esta época es tal que permite que surjan figuras como monseñor Escrivá de Balaguer, que pueda crearse el OPUS y florecer y extender sus ramas en la mayoría de los ámbitos de poder del país, y fuera de él (la película Camino plasma con nitidez y dolor esa lucha por el poder espiritual sobre la decisión de las personas, aunque les vaya la vida en ello).

Si la manera de legitimar posturas de poder es desarrollar tradiciones, las liturgias que desarrollaron podían ocupar todos los minutos del día que dejaba libre el trabajo y el sueño en la vida de cada persona. Había lugares, incluidos hogares de ciudadanos normales de clase media y baja, donde se leían pasajes religiosos mientras se comía, o se rezaba el rosario mientras se trabajaba. Se acudía a la iglesia al atardecer todos los días de la semana ... a rezar el rosario! Si no se podía acudir a la iglesia, estaba la radio: el rosario a las ocho de la tarde en punto.

El periodo franquista es un periodo triste para la ciencia en España.

Menos mal que la llegada de la democracia supuso abrir puertas y ventanas al conocimiento que se había creado antes y ocultado, así como los nuevos avances que se iban realizando en otras partes del mundo. Poco a poco, muy poco a poco, se empezó a investigar también aquí.

Respecto a la teoría de la evolución de Darwin provocó tales angustias y miedos en la mente retrógada de los clérigos católicos pues sentían que se atacaban los fundamentos de sus creencias, que se revolvieron negándola contra toda evidencia, tachándola de idea diabólica.

Fue necesario que interviniera el Papa. Juan Pablo II tuvo que rehabilitar a Darwin. El 24 de octubre de 1996 reconoció públicamente que el evolucionismo era ya más que una hipótesis: era una teoría confirmada. Quiso dejar por zanjada la disputa, aunque los fundamentalistas católicos siguen no queriendo admitirla.

El conflicto ciencia-religión que me recuerdan varias personas es el que de vez en cuando aparece en los medios de comunicación notificando el fallecimiento de alguna persona por haberse negado a recibir una transfusión de sangre que necesitaba debido a que era testigo de Jehová. En Marzo de 2019 una joven de 20 años estaba hospitalizada en estado crítico, en un hospital de Huesca, necesitando una transfusión por imperativos médicos, y se negaba a ser transfundida por ser practicante de esa religión, y habérsele enseñado que Dios no lo permitía. Los médicos tenían que respetar su decisión.

Es la Institución de los testigos de Jehová, quienes detentan el poder en ella son  los que elaboran una historia que les de un estatus autónomo, específico y diferenciado de otras ramas de la religión cristiana. Para ello fabrican rituales, consignas, interpretaciones arbitrarias de la Biblia, diferentes a las de las demás ramas, en busca de una legitimación de su existencia. En la búsqueda del sentido identitario elaboran costumbres que vayan en contra de los hábitos sociales del momento y del lugar, aunque sean nocivos para la salud física o psíquica de sus adeptos practicantes. 

Y se basarán en la repetición de las consignas para ir elaborando hábitos de vida que los identifiquen entre ellos, se repetirán rituales cada vez más elaborados, creando en sus adeptos una identidad que les obligará emocional y intelectual y físicamente.

Me recuerdan que recientemente hemos asistido todos a un conflicto entre ciencia y religión que se ha transmitido casi en directo: la boda judía ortodoxa clandestina, que este Noviembre congregó en una sinagoga de Brooklyn, Nueva York, a más de 7000 invitados en plena pandemia de la Covid, sin mascarillas ni distancia de seguridad. Los invitados fueron convocados por el boca a boca y en secreto para eludir el control de las autoridades. En diversos vídeos se ve a la multitud cantando y bailando. Esta boda ya había sido paralizada con anterioridad, en Octubre, por el Departamento de Sanidad. El novio era nieto de un rabino.

En este episodio nada tiene que ver la religión judía. Aparece una pugna de poder entre el colectivo de usuarios de la sinagoga y las autoridades civiles y sanitarias de la ciudad.
Las personas que se identifican como judíos, como practicantes de rituales judíos, fueron convocados a demostrar el poder que ellos tenían ante la prohibición de la leyes civiles en base a las medidas de protección social ante la infección de la pandemia, medidas dictadas en base a los hallazgos científicos sobre la propagación del virus, y forma de evitar el altísimo contagio en ese momento en la ciudad de Nueva York.

He aprendido que los llamados conflictos entre ciencia y religión no son tales. Que detrás de cada episodio que conceptualizamos como tal conflicto lo que realmente hay son luchas de poder por parte de unas instituciones que sienten peligrar su hegemonía, sea en el campo de la educación, de la política, de la economía...

Son conflictos de legitimidades por detentar su parcela de poder.

Qué cosa es ciencia y qué cosa es religión creo que son conceptos más o menos delimitados y claramente diferenciados. 

Ciencia como conocimientos sobre la naturaleza, la sociedad, la cultura y la mente logrados mediante observaciones que puedan ser replicables. Conocimientos que tienen unas probabilidades de ser verdaderos y de poder cambiar o desarrollarse ante la aparición de nuevos datos observacionales.

Religión como creencias sobre hechos no observables, que los líderes imponen en sus adeptos bajo la justificación de verdades reveladas. Son los líderes los que pueden cambiarlas según intereses personales (aumento de poder ), sociales y políticos, siempre con el argumento de la interpretación de los dogmas escritos bajo la revelación divina. Sin ninguna posibilidad de comprobación. Una característica presente en casi todas las religiones es el afán por conseguir más adeptos y el adoctrinamiento en la fe de sus respectivas creencias.

Otra cosa es lo que permanece oculto en los aparentes conflictos entre ciencia y religión, pues son las instituciones interesadas en justificar su parcela de poder las que se apropian de esos conceptos, los tergiversan para crear una historia ficticia que las legitime, creando mitos fundacionales si es preciso.