SITUACIÓN ENERGÉTICA ACTUAL A NIVEL MUNDIAL. FUTURO ENERGÉTICO



SITUACIÓN ENERGÉTICA ACTUAL MUNDIAL. FUTURO ENERGÉTICO


El ser humano ha usado a lo largo de la historia las diferentes fuentes de energía que ha ido descubriendo para transformar y producir trabajo.

Hemos desarrollado una cultura que demanda gran cantidad de energía eléctrica.

Pero las centrales eléctricas que hemos construido  desde la 1ª en 1882 van acumulando más y más peligros potenciales para la vida en el planeta, desde el cambio climático, a la contaminación radiactiva , pasando por el ataque a la biodiversidad de las presas de agua, y el riesgo añadido de rotura.

Existen otras fuentes de energía que no son finitas. Son las energías renovables:
La energía eólica para los aerogeneradores.
La energía radiante solar para generar electricidad en las placas fotovoltaicas, con la posibilidad de guardar en baterías la energía generada (con la energía radiante que nos llega del sol en 10 minutos se podría abastecer las necesidades de energía eléctrica mundial para todo el año, si supiéramos captarla toda y guardarla).
La energía geotérmica proveniente de las capas profundas de la tierra.
Y la energía de las mareas y las olas.
Como declaraba Ann Leslie en un programa de radio en 2006, “Tenemos una cantidad enorme de sol y viento”.

Ante la gran demanda de energía por parte de la sociedad, tanto en forma de energía eléctrica como en forma de carburante para los vehículos de automoción y  transporte aéreo y marítimo, con las fuentes de energía que hemos ido utilizando los últimos 140 años hemos ido creando un impacto en el medio ambiente por acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero, dióxido de carbono, metano y óxidos de nitrógeno, cada uno de ellos con unas propiedades físicas diferentes.

Dicho impacto se traduce en un cambio climático por el aumento progresivo de la temperatura por el efecto invernadero que dichos gases acumulados en la atmósfera van produciendo progresivamente

Este cambio climático es de resultados imprevisibles, pues el clima tiene muchísimas variables que generan incertidumbre.
Pero esa incertidumbre no justifica nuestra actitud pasiva, que se asemejaría a la actitud de la avestruz que escondiera la cabeza bajo el ala para no ver el problema.


Para poder tomar decisiones necesitamos datos objetivos numéricos.
Los debates sobre política energética suelen ser confusos y emocionales. Tenemos que diferenciar afirmaciones objetivas de afirmaciones éticas.

Muchas afirmaciones están mantenidas por intereses económicos ocultos. Por ello es tan necesario disponer de datos objetivos numéricos.

El Acuerdo de París de 2016, en el que nos comprometimos la mayoría de los países, incluidos por primera vez China y EEUU, los que más emisiones producen,  nos obliga en concreto a nuestro país a reducir el 85% de sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2050, que cada persona sólo emita 1tCO2e al año. Y estamos emitiendo 6.


He tenido la suerte de nacer en una ciudad en una época sin apenas coches, en la que, de niños, podíamos jugar en la calle, lo mismo en la acera que en la calzada, o en las campas que se adentraban en la ciudad, aún pequeña. Y las vacaciones de verano las pasábamos en el pequeño pueblo materno: aprendí a segar a hoz, a atar las gavillas de mies, trigo y cebada, trillar en la era, ir al campo y a la viña en carro tirado por un animal, lavar en el río, ir a por agua a la fuente del pueblo con el botijo... En el pueblo había un molino con un pequeño salto de agua que no sólo hacia girar la piedra de moler, sino que producía energía eléctrica. En verano dos horas, de nueve a once de la noche. 

Y llegaron los coches, llegaron las cosechadoras, las vacaciones a lugares lejanos en avión o crucero marítimo..., y al pequeño pueblo llegó una gran compañía eléctrica, de ámbito internacional.

Los avances científicos que vamos viviendo desde hace 60 años me tienen emocionada, con la curiosidad activada, queriendo saber y contarlo.

Los avances tecnológicos me tienen preocupada. Son la base de los conocimientos científicos, pero también del derroche de energía contaminante. Y son la base para generar energía limpia. 

El trabajo físico ha disminuido, el tiempo libre para disfrutar del ocio ha crecido mucho, y las posibilidades de ocio han crecido exponencialmente.
Pero la cantidad de energía que demandamos para la mejora tecnológica de nuestra vida también ha crecido exponencialmente. Y como sociedad no nos hemos preocupado del efecto que tal crecimiento provocaba en el medio ambiente. No por desconocimiento, los científicos llevan alertando desde hace más de 50 años de lo que está sucediendo, sino porque hemos hecho como el avestruz, esconder la cabeza bajo el ala para no ver. 
E intentar seguir disfrutando del ocio deprisa, cada vez más rápido.

Cuando ya entré en el mundo laboral las ciudades ya estaban tomadas por los coches particulares. El tráfico rodado había hecho cambiar totalmente nuestras costumbres. Las calles ya eran inseguras, ruidosas e intoxicadas con el olor de los tubos de escape de los vehículos. La familia me sugería que sacara el carnet y pusiera un coche en la familia. ¡No!, ¡eso si que no!
Fue una reacción emocional, no quería participar en el desaguisado que mi lógica me decía que la sociedad estaba realizando.
Mi necesidad de justificar mi oposición hizo que buscara información. En cuanto supe de la existencia de Greenpeace los busqué y me hice socia, hace más de 30 años. Ellos me han ido dando información, que luego mi sociedad contradecía. Por eso agradezco los datos objetivos y numéricos que el libro "Energía sostenible sin malos humos", esa recopilación de datos concretos de España, ese trabajo exhaustivo, me brinda. ¡Gracias!

Opté por la bicicleta para desplazarme, tanto de casa al trabajo un trayecto de 11 km. durante 30 años, después ya sin salir de la ciudad, a 6 km. Así como para viajar en las vacaciones laborales de verano, Bilbao-Lisboa, Bilbao-Granada, Bilbao-Cuenca..., tienda de campaña y bocadillos; así hasta que llegaron las responsabilidades familiares. Doy fe de que una vez que experimentas esa forma de viajar y conocer ni los hoteles de 5 estrellas, ni los aviones viajes aéreos en primera clase lo igualan ni de lejos. Cuando el evento es muy interesante, la distancia larga y el tiempo corto, el viaje en en tren nocturno en vagón-cama no me disgusta. Pero esos trenes están ya desapareciendo.

Creo  que la gran demanda de energía no sólo para la industria, sino para el estilo de vida que llevamos ha permitido que las empresas dedicadas a la generación de esas energías tan demandadas, así como las empresas que controlan las materias primas para dicha generación, han ido acumulando tanta riqueza económica y tanto poder político-económico, que han primado seguir enriqueciéndose en el momento presente, sin preocuparse del futuro. Todas esas empresas que explotan las energías no renovables han bloqueado que se desarrollaran las energías renovables, lo han hecho presionando a los gobiernos para que dictaran leyes que bloquearan el desarrollo de las renovables.

Pero los combustibles fósiles han llegado a su pico de producción. La época de los combustibles fósiles baratos ha acabado. Si hasta ahora el crecimiento económico estaba ligado a la producción de combustibles fósiles baratos, se precisa un cambio. Un cambio de paradigma.

Las energías renovables estaban ahí desde hace décadas para ser desarrolladas. Ya toca. Y las grandes compañías de producción energética lo saben, y empiezan a girar en dirección a las renovables. No hay otro camino.

El mundo se está llenando de proyectos ilusionantes tanto con la energía solar como con la eólica, la de las mares, la geotérmica y la de biomasa. Se están restaurando pequeñas centrales hidroeléctricas comarcales, ¡se están poniendo paneles solares en el asfalto de ciudades, y en las carretera!
Se están creando redes internacionales de pequeñas cooperativas de generación y comercialización de la energía...

Los ciudadanos están tomando conciencia de que el ritmo de vida actual tan dependiente de la energía, no proporciona la satisfacción personal que la publicidad promete.
Que el no haber protegido el medio ambiente nos perjudica a nosotros y a los seres vivos con los que compartimos el planeta.
Surge el movimiento juvenil que increpa a los gobiernos para que dejen de volver la cabeza y empiecen a actuar. En España en 2018 un Real Decreto del Gobierno derogó el llamado "impuesto al sol", que ha frenado el desarrollo de la energía solar en nuestro país los años anteriores. En 2019 en otro Real Decreto habilita el autoconsumo colectivo de autogeneración de energía solar.

Creo que estamos asistiendo a otro cambio de paradigma, beneficioso para todos los habitantes del planeta. Y el desarrollo tecnológico actual lo permite. 








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