El NOMBRE y el GÉNERO de los MICROBIOS

                              


                              EL NOMBRE Y EL GÉNERO DE LOS MICROBIOS

Los microbios son organismos microscópicos, no visibles a simple vista, de vida libre o parasitaria.

Son microbios los virus, viroides y priones que sólo pueden replicarse parasitariamente, a cuenta de células realmente vivas, que son las que cuentan con capacidad de autorreplicación en su proceso de división celular autónoma.

Y son microbios también las bacterias y arqueas, microorganismos unicelulares, sin núcleo celular , ni mitocondrias ni cloropastos, pero con membrana celular y ribosomas, con ADN y ARN que les permite autorreplicarse y multiplicarse de forma autónoma. Son células procariotas.

También hay organismos eucariotas microscópicos. Sus células ya tienen núcleo donde albergan el ADN, y mitocondrias o cloropastos según sean animales o vegetales, aparato de Golgi y retículo endoplasmático. Son los hongos –unicelulares y pluricelulares-, los protozoos y los protistas.


Los microbios, como el resto de los seres vivos, tienen un nombre por el que son reconocidos a nivel mundial. Fue Carl von Linné, botánico y naturalista, quien en 1758 sentó las bases para esa nomenclatura. Y ya incluyó a los microbios en su sistema de clasificación de las especies vivas.

Cualquier microbio, como cualquier otro ser vivo, debe ser nombrado y escrito según el sistema binomial latino, que consta de dos palabras: la primera es el nombre genérico, informa del género al que pertenece; le sigue el epíteto, que se refiere a la especie.

Hay unas normas ortográficas y tipográficas:
Los nombres científicos deben escribirse en cursiva (o subrayado si el texto es manuscrito).
El nombre genérico se escribe siempre con la inicial en mayúscula, pero el epíteto específico va en minúscula. Por ejemplo: Staphylococcus aureus.
Para referirnos a un género podemos usar el nombre genérico sólo, pero si nos referimos a una especie debemos usar los dos términos. Si ya hemos citado el género con su nombre completo, podemos seguir referenciándolo con la inicial mayúscula seguida de punto, y a continuación el término para denominar la especie. Así, S. aureus.
Los nombres científicos están formados por palabras latinas o latinizadas, con las 26 letras del alfabeto latino. No se admite la ñ castellana, aunque sí el añadido de k y w en las palabras derivadas de apellidos.

Las normas para mejorar las reglas, excepciones e interpretación de casos dudosos son estudiadas por un Comité de Nomenclatura y su comisión Jurídica, de la Asociación Internacional de Microbiólogos.

La Ciencia de la clasificación agrupa y separa los organismos según sus características fenotípicas, estructurales o genéticas. Incluye clasificación, nomenclatura e identificación.

El microscopio permite clasificar e identificar las bacterias por sus diferentes formas: Cocos; Bacilos; Espirilos y espiroquetas; Vivriones.  También por su agrupación.



En cuanto al GÉNERO gramatical de los microbios, estos pueden tenerlo femenino, masculino o neutro. Encuentro información que indica que si el nombre genérico que se le asigna al microorganismo está relacionado con la persona que realiza su descubrimiento y descripción, tendrá el género gramatical femenino.

El hecho de que los nombre científicos estén formados por palabras latina o latinizadas, el nombre genérico es siempre un nominativo singular indeclinable. El epíteto específico puede ser un adjetivo, un sustantivo en genitivo o un atributo, y debe concordar con el género gramatical latino  -masculino, femenino o neutro- del nombre genérico, declinado.

Esto hace que en los textos, tanto científicos, divulgativos o pedagógicos, el nombre del microbio, en latín o latinizado,  lleva implícito el género gramatical. Los textos escritos en castellano, lengua que utiliza el artículo para denotar el género del sustantivo que le sigue, no pondrá artículo ante el nombre del microbio, pues, al estar en latín, ya lo lleva incorporado declinado.

Cuando hablamos, en castellano, es natural anteponer el artículo al nombre. He comprobado si es cierto que si el nombre genérico de la bacteria lo toma del de su descubridor el género es femenino. Así sucede con Salmonella, descubierta y descrita por Daniel Elmer Salmon y Theobald Smith entre 1855 y 1884. Al hablar decimos “la” Salmonella, género femenino.
Rickettesia fue identificada entre 1906 y 1910 por Taylor Ricketss, del que tomó el nombre. Al hablar decimos  “la” Rickettsia, también femenino.
Sin embargo, en el caso de Staphylococcus, cuyo nombre deriva de su aspecto de racimo, decimos “el” Staphylococcus, masculino. Y decimos también “el” Aspergillus, nombre que viene del objeto que se usa en la liturgia cristiana para esparcir, asperger, agua bendita. Género masculino.
























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