La estrategia del * en la publicidad de los alimentos funcionales




         

                          BIOQUÍMICA DE LA VIDA COTIDIANA


         La  “estrategia del asterisco” en la publicidad de los alimentos funcionales


El Reglamento del CE 1924/2006 sobre publicidad alimenticia, creado para proteger a los consumidores de los engaños que las empresas de alimentación puedan hacer en la publicidad de sus productos, en las etiquetas, en los envases, tiene un fallo, una puerta falsa.
Ha eliminado como publicitable aquellas sustancias que no han podido demostrar su eficacia en la salud humana, en parte por falta de investigación I+D+I, que la propia falla del Reglamento propicia.
Pero permite que se publicite como saludable un alimento elaborado…, si se le ha añadido vitaminas o minerales en un porcentaje al menos del 15%.

Esta falla está permitiendo a la industria alimenticia el seguir engañándonos, haciendo publicidad engañosa en sus productos alimenticios, simplemente añadiendo un * que nos lleva a la explicación  del % de vitaminas o minerales añadidos o rebajados. Mejorados.

Según me he puesto a averiguar y he ido encontrando asteriscos, no sé por dónde empezar.
Creo que me voy a exceder en ejemplos, pero me ha impresionado no sólo lo que he encontrado en el supermercado buscando, sino lo que me he encontrado en casa mirando.

El producto alimentario con publicidad más engañosa en el envase lo he encontrado en las galletas recientes que he adquirido para desayunar, para no engordar, dado que ya sé que las galletas son alimentos elaborados nada saludables, pero me gusta tomar una o dos en el desayuno:

                                                                                                          
  
 Lo más llamativo del envase es Fibra 64%, fuente de fibra. Como ahora ya me han enseñado lo del Indice Glucémico y la Carga Glucémica, y que la fibra lo reduce, las compré.

Ahora, con gafas de leer y lupa gorda veo, en la Información Nutricional del reverso que, en este paquete de 185 g de galletas, sólo hay 5 g de fibra alimentaria… Hago la regla de tres y me sale 2,78% de fibra.

Le doy la vuelta paquete de galletas,  puedo ver que debajo de Fibra 64%  pone CEREAL  en letra más pequeña. Ya me he engañado a mí misma por no leer todo, sólo lo que sobresale. Yo he adquirido estas galletas por la fibra, y me he dejado engañar.

Pero ahora leo otros eslóganes  preciosos: “una deliciosa manera de cuidar el corazón”, “FOLIC B: B6, B12, Ácido Fólico
Vuelvo a la Información Nutricional, encuentro que en el paquete hay un 38% de cada una de las tres vitaminas añadidas, pero lo correspondiente a cada galleta es el 3%. con su asterisco que marca la cantidad correspondiente por galleta.
Esta cuenta me sale más fácil: si quiero incorporar a mi alimentación el 15% de esas vitaminas tendré que comer 5 de esas galletas, cada una con un aporte de 32 kcal..., = 160 kcal de galletas en el desayuno… ¿Cuidando el corazón?.
 Y los eslóganes preciosos nos inducen a pensar, erróneamente, que la clave de una correcta alimentación está en los nutrientes individuales, y no en la dieta total ingerida.






Los 2 productos alimenticios que fotografío a continuación  sí utilizan el * de forma clara como publicidad en el envase.
Localizo también fácilmente el otro * al que me remiten, y no necesito la lupa para verlo.

                                         
                                                           

                        
Creo que ambos han mejorado el producto alimentario respecto a su producto original, uno rebajando el % de sal, el otro rebajando el % de grasa.



Lo que es evidente es que la población en general estamos asumiendo las creencias erróneas del nutricionismo, las creencias de que son los nutrientes aislados los que dan valor a los alimentos. Creencias que la ciencia ha desmontado demostrando que es la dieta total de los alimento ingeridos lo que influye en el estado nutricional de una persona, no los nutrientes aislados.







Hasta podemos ver la estrategia publicitaria del * utilizando el márketing del tirón del eslogan “sin plástico”, utilizando no ya la publicitación del alimento elaborado, sino del elemento alimentario del envase.
Es correcto y ético que se labore en ese sentido de menos plásticos…, nos lo debemos como Humanidad que ha contaminado tanto.
Pero que esa práctica, que debería ser obligatoria, y lo será pronto, se utilice de forma tan notoria como eslogan para atraer la atención hacia el producto alimenticio…, confundiendo además con el dibujo de las dos hojas verdes, símbolo de lo ecológico y que cuida el medio ambiente, como si también el alimento elaborado, y el proceso de elaborarlo también fuera ecológico, eso es marketing, y no es ético puesto que aun siendo verídico puede llevar a error al consumidor y puede modificar sus hábitos de consumo.

Y esa, en teoría, es la definición de publicidad ilegal en nuestra legislación.

                                              
                   

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