Introducción a la Neurociéncia, Anatomía del cerebro Tarea 2.1.
Aprendiendo la anatomía del cerebro mediante la manipulación del cerebro de un pequeño cordero


En el cráneo del cordero abierto por el carnicero contemplo el cerebro partido por la mitad.
En la parte superior de la foto, la parte posterior del encéfalo, observo el cerebelo y su distribución arbórea. A continuación el cerebro. Y delante del cerebro, y fuera del cráneo, su gran sistema receptor de olores, con el epitelio de receptores, que forma parte del sentido del olfato.
Puedo ver las meninges como varias telillas que se adhieren en algunos puntos a la parte interna del hueso del cráneo, y en otros puntos a la parte superior del cerebro. Así mismo se aprecia claramente el cuerpo calloso.
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Una vez cocido me resulta más difícil visualizar claramente las meninges, El cuerpo calloso se ve fácilmente, en el cerebelo ya quedan atenuados los contrastes de color entre su corteza gris y la materia blanca. Ya sólo veo el 3º ventrículo junto al cuerpo calloso.
La acción del carnicero ha dejado el encéfalo partido por la mitad, en corte anteroposterior. Así el hemisferio derecho aparece en la parte superior de las fotos, y el hemisferio izquierdo aparece en la parte inferior de las mismas. En esa parte superior he colocado palillos con papelitos con nombre de las estructuras más grandes:
Cerebro con sus lóbulos frontal, parietal, temporal y occipital, el cuerpo calloso.
En la parte posterior del cerebro, el cerebelo, en el que ya no se distingue casi la diferencia entre corteza y parte blanca de los axones en todo el entramado arbóreo.
Por delante, y debajo del lóbulo frontal, y ya fuera del cráneo, el gran aparato receptor sensitivo olfatorio, en el que aprecio gran superficie potencial de albergar epitelio olfativo, con los receptores de cada partícula olorosa.


Una vez cocida la cabeza extraigo las dos mitades del encéfalo, y ya me es más difícil apreciar ni meninges ni ventrículos. El cuerpo calloso se ve mal... Creo que lo he
cocido demasiado.
Aprecio que ese cerebro tiene muchas circunvoluciones.
Y la corteza cerebral tiene un grosor apreciable, la sustancia gris, que se ve en los sucesivos cortes anteroposteriores.
Debajo de la corteza, gris, se aprecia la sustancia blanca, toda la red de axones y dendritas de las neuronas que posicionan su cuerpo celular en la corteza.
No puedo apreciar ni hipocampo, ni ganglios basales, ni amígdala del resto del telencéfalo. Aún se aprecia el Cuerpo Calloso, unión de ambos hemisferios cerebrales, compuesto sólo de axones, por lo que destaca por su blancura. Ni el tálamo ni el hipotálamo del Diencéfalo.
Puedo ver aún el tercer ventrículo, pero no aprecio ni los dos ventrículos laterales ni el cuarto ventrículo, que se aprecian tan bien en el vídeo "Anatomy of the sheep brain" que nos proporciona en la asignatura.

Lo que se aprecia perfectamente en la parte inferior del cerebro, en la parte externa a ambos lados, son los dos lóbulos temporales.
No he podido ver en el cerebro que he cocido el tronco encefálico. Se aprecia perfectamente en la foto del vídeo. Probablemente lo arranqué al separar el cerebro del cráneo tras la cocción.
Impresionada, en primer lugar, por el gran tamaño del aparato receptor del olfato del cordero, así como el espectacular grosor del nervio olfativo, más si lo comparamos con el grosor del resto de los nervios craneales que se pueden apreciar en la parte inferior del cerebro.
Y sabemos lo que eso implica... Me estoy planteando volver a practicar el vegetarianismo al que me adherí en la juventud al llegar a mi conocimiento, por fin, los descubrimientos de Darwin sobre la Evolución de los seres vivos. Me duró sólo 7 años, pues me gusta demasiado el olor y sabor de la carne cocinada.
Pero ahora sé de funciones cerebrales..., y este pequeño cerebro me ha mostrado muchas cosas.
No sé si agradecérselo, estimado profesor. Me resulta doloroso.
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