EFECTOS QUE LA LUNA EJERCE SOBRE EL PLANETA TIERRA




                          EFECTOS QUE LA LUNA EJERCE SOBRE EL PLANETA TIERRA


                                          



Cuando hace 4.400 millones de años el planeta  Tierra,  en un estado de altísimas temperaturas, colisionó con otro protoplaneta al que se ha denominado Theia, de tamaño similar a Marte, ambos se integraron producto del impacto, adquiriendo la Tierra mucha más masa, y se desprendiendo enormes cantidades de rocas producto de la violenta colisión,  que quedaron girando alrededor de la Tierra por acción de la fuerza gravitatoria del planeta, a 25.000 km. en la época de su formación.

La atmósfera abrasadora que envolvía a la Tierra en aquella época estaba compuesta de dióxido de carbono, vapor de agua y nitrógeno. Pero su composición química y su estructura se mantiene hasta la actualidad.
Según se ha ido enfriando, los elementos más ligeros se han ido quedando en la superficie por ser menos densos, y los átomos más pesados acabaron en el fondo y formaron  lo que hoy es el núcleo interno, una bola sólida de hierro y níquel de unos 1.300 km de radio, a 5.000 km de profundidad, actualmente a 6.700º de temperatura. En torno al núcleo sólido hay una capa semilíquida de níquel y hierro fundidos que tiene 5.000º de temperatura. Por encima está el manto, de 2.900 km de grosor, en estado sólido excepto zonas fundidas. Sobre el manto, la corteza: 30 km de grosor en los continentes, 5 km. bajo el fondo de los océanos.
La temperatura va descendiendo del núcleo a la superficie, en la que alcanza los 16º.
Esta estructura interna del planeta provoca que al rotar la Tierra sobre su eje el manto gira a distinta velocidad que el núcleo, lo que genera una corriente: el campo magnético de la Tierra.

El impacto modificó el eje de rotación de la Tierra respecto al plano de la órbita alrededor del Sol, actualmente inclinado a 23,5º. Esta inclinación de eje de rotación es el responsable de las variaciones estacionales en latitudes medias del planeta.

Poco a poco esas partículas en rotación a 25.000 km de la Tierra fueron agregándose  atraídas por la fuerza de gravedad de las partículas más grandes, y , como en la Tierra, las partes más pesados fueron al núcleo de ese cuerpo que se estaba formando: la Luna, que tiene un núcleo interno compuesto mayoritariamente por hierro. Pero no tiene atmósfera.

Tras 700 millones de años de progresivo enfriamiento en la Tierra se fue formando una superficie rocosa; el vapor de agua se fue condensando en los océanos.
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 Y la Luna se quedó orbitando alrededor de la Tierra a una distancia justa para ser la compañera perfecta que ejerce sus efectos sobre el planeta, a 402.000 kms. (más o menos, ya que la distancia no es constante, y se va alejando poco a poco), de forma que ha facilitado la vida en la Tierra.
Los efectos que ejerce sobre la tierra son en función de su fuerza de gravedad y la luz que refleja del sol.

La fuerza de gravedad de la Luna orquesta las mareas. Las mareas son el efecto de la diferencia de la fuerza gravitatoria de la luna sobre los dos lados opuestos de la Tierra:  la Luna sube la mares, la Luna tira de  los océanos hacia ella. 

Si la luna estuviera más cerca las mareas serían mucho más fuertes, en la marea alta se cubrirían las zonas del litoral. Si estuviera más alejada, su influencia apenas sería percibida.
Cuando la luna se alinea con el Sol, la fuerza gravitatoria de éste se suma a la de la Luna, se producen la mareas vivas, propias de la primavera y el otoño, un 140% más fuertes que lo habitual. Cuando la Luna y el Sol se encuentran en ángulo recto vistos desde la Tierra, se contrarrestan las fuerzas de gravedad respectivas, y se producen las llamadas “mareas muertas”, un 60% menos potentes de lo habitual.

Según diferentes científicos, Maggie Aderin Pocock, SkritRauajan, el químico John Sutherland, los elementos que existían en la superficie rocosa de la Tierra hace 3.800 millones de años se pudieron depositar en los charcos formados por la subida y bajada de las mareas, y con la radiación solar formaron las primeras moléculas de la vida. De hecho Sutherland ha experimentando depositando en charcos intermareales nitrógeno, hidrógeno y carbono, calentándolo con rayos ultravioleta, y obtuvo ARN.
                                         

Por lo que se teoriza que posiblemente las mareas creadas por la Luna propiciaron la aparición de la vida en la Tierra.

Otro efecto que la gravedad de la Luna ejerce sobre la Tierra es la de ralentizar la velocidad de rotación de la Tierra. .
La luna rota sobre su eje cada 27 días y poco más de 6 horas. Y eso mismo tarda en orbitar alrededor de la Tierra. Es una rotación sincrónica que hace que siempre veamos la misma cara de la Luna. La Tierra rota cada 24 horas…, pero no fue siempre así. 
Hubo un tiempo en que rotaba cada 6 u 8 horas. Fue la Luna la que fue ralentizando su velocidad de rotación debido a la fricción de las mareas, del orden de microsegundos cada año.  Y la Luna se ha acelerado en su rotación por efecto de la gravedad terrestre, lo que hace que se vaya alejando a un a velocidad de 3,7 cm por año, más o menos la velocidad de crecimiento de las uñas.

Como ya he adelantado, desde la colisión que creó la Luna el eje de rotación de la Tierra dejó de estar perpendicular al plano de órbita alrededor del sol. Actualmente tiene una inclinación de 23,4º. Y esa inclinación es la que produce las variaciones de luz solar en las diferentes estaciones anuales, da estabilidad al clima, facilita el ciclo de la vida. Cuando la Luna se aleje el eje se desestabilizará y comenzará a oscilar: los polos podrían bajar hacia el ecuador.  Por ello la Luna es fundamental para mantener la vida en la Tierra.

Las variaciones climáticas del planeta se deben sobre todo a las variaciones orbitales por empuje gravitacional de Júpiter y Saturno, así como la Luna. El serbio Milankovich fue el científico que indagó en esos cambios orbitales de la Tierra en los años 30 del s. XX relacionándolos con los cambios climáticos a lo largo de extensos periodos temporales de miles de años.
Se ha descubierto que se podían evaluar de manera confiable en las capas de roca  las variaciones de registros geológicos, pudiendo analizar la dirección del eje de rotación de la tierra y la forma de su órbita a lo largo de los milenios. Por la posición de la Tierra  respecto al  sol.

Los tres ciclos que considera la teoría de Milankovitch que modifican los movimientos de traslación y rotación del planeta e influyen en variaciones climáticos son 3:



EXCENTRICIDAD de la órbita alrededor del sol, lo estirada que esté la elipse. Si la órbita de la Tierra es más elíptica la excentricidad es mayor. Si es más circular, la excentricidad es menor. Supone una variación en la cantidad de radiación solar que recibe la Tierra. del  rango de 1% a 11%. Es un ciclo de variación cada 430.000 años y cada 100.000 años. Pequeñas variaciones que se deben a la atracciones gravitacionales de los otros planetas.


                                                
                                           
OBLICUIDAD del eje de rotación de la Tierra, que oscila entre 21,6º y 24,5ª cada 40.000 años. Actualmente es de 23,44º, y decreciendo. Llegará a 21,6º en 11.000 años. Se genera por la atracción de la luna y los planetas.


                                                          

PRECESIÓN  La dirección de giro del eje de rotación de la Tierra varía a lo largo de un ciclo de  21.000 años dibujando una circunferencia respecto a referencia a estrellas lejanas. Actualmente apunta hacia la estrella Polar, dentro de 10.000 años se orientará hacia la estrella Vega.
Se debe a la atracción gravitatoria del sol y los planetas sobre su forma abultada en la zona ecuatorial respecto al achatamiento en los polos terrestres.

Otro efecto, esta vez óptico, que produce la Luna es el fenómeno de los eclipses, solar de día, lunar en noches de luna llena. Y se producen por una gran casualidad, o genial coincidencia: la Luna 400 veces más pequeña que el Sol, y, casualidad, está 400 veces más cerca de nuestro planeta que el Sol.
Esto permite que varias veces al año, y en diferentes puntos del planeta, podamos apreciar un solapamiento perfecto por el alineamiento en el espacio del Sol, la Luna y la Tierra de día, y el Sol, la Tierra y la Luna llena de noche.

La luna también influye en la vida de la Tierra por el ciclo de luz nocturna que refleja del sol.
El brillo lunar en la noche es 1/400 partes de la luz solar durante el día, pero ilumina.

Si bien hay controversia en lo que respecta a la influencia en los organismos humanos, está científicamente comprobado que los corales tropicales sincronizan su ciclo reproductivo, y una noche de luna llena desovan todos a la vez.
Algunos corales producen gametos a lo largo de todo el año, pero otras especies se sincronizan. Incluso en extensas zonas de arrecifes esta sincronía en la liberación de sus gametos se produce entre diferentes especies.
Uno de los factores puede ser la luz lunar, pues los corales tienen una proteína sensible a la intensidad del espectro de luz lunar.
A los pocos días de la luna llena sincronizan la liberación de sus gametos. Puede ser una maniobra antidepredatoria, pues en esas noches la luna sale más tarde, favoreciendo la supervivencia de la progenie.                     

                                            


Así mismo, el coral cerebro cada 29 días, con luna llena, genera una capa ósea sobre la anterior.


                                           

La Luna ilumina nuestras noches. y también es responsable de que la vida en nuestro planeta sea la que conocemos. Es responsable de que nosotros hayamos podido estar. Y conocerla.
Gracias, Luna.


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