la "Agricultura Natural" del microbiólogo Masanobú Fukuoka













En los 70 el microbiólogo japonés Masanobú Fukuoka (1913 - 2008), que trabajaba en la aduana controlando las entradas y salidas de productos agrícolas, por si pudieran portar microorganismos peligrosos, tras una grave neumonía que le condujo a tener que pasar un penoso tratamiento en una máquina de neumotórax,  y pudo pensar en la muerte. 

Esa experiencia le hizo replantearse todo lo que sabía. Sintió que tanto sus conocimientos como sus múltiples vivencias carecían de valor. 
Que la naturaleza estaba ahí, nos cobijaba a todos, pero no la prestábamos atención. La utilizábamos , la agredíamos..., y no la entendíamos. Nuestra actitud hacia ella era ignorarla, no tenerla en cuenta...

Renunció a su empleo, y durante tres años se dedicó a ir de un lado a otro observando, intentando comprender tanto a la naturaleza vegetal, a los humanos, así como a los animales, incluidos los insectos y los microorganismos de la tierra.

Así, observó que tras la lluvia o el riego la superficie de nuestros campos, huertas, o viñedos, se va secando y cubriendo de una corteza dura. "Pobres plantas", pensamos. "tienen sus raíces aprisionadas. Habrá que cavar la tierra y ponérselo más fácil a las raíces..."

Pero reflexionaba que durante miles de años la Naturaleza ha creado vergeles sin humanos que la cavaran... Lo que ignoramos es lo que sucede debajo de la superficie de la tierra.
Eso es lo que estudió Masanobu Fukuoka: los procesos naturales que se producen  siempre en nuestros campos y huertos, si no intervenimos.

Finalmente se instaló en la casa familiar con su padre. Y con mente observadora y espíritu científico, fue ocupándose de las tierras agrícolas familiares probando  "¿Y si dejáramos de hacer esta labor?", "¿y si no hiciéramos esto otro?"... intentando siempre acompañar a la naturaleza, interviniendo lo menos posible. 
Mientras, y para facilitar la tranquilidad de sus vecinos y familiares, aceptó el trabajo que le ofrecían en la Estación de Investigación de la Prefectura de Kochi, de Investigador Jefe de Control de Insectos y Enfermedades Agrarias.

Tras años de prueba y error fue desarrollando su método de "Agricultura Natural"

Durante años estuvo comparando los resultados por hectárea de los tres métodos de agricultura en su zona: la Agricultura Tradicional, la Agricultura Química, su Agricultura Natural. Los tres métodos daban rendimientos similares, la producción de cebada, centeno y arroz por hectárea solía ser similar por los tres métodos.

Pero... ¿y el suelo, la tierra cultivada?

El suelo en los campos del Sr. Fukuoka mejoró con cada estación. En los 25 años que dejó de labrar el suelo éste fue mejorando en fertilidad, estructura, y en su capacidad para retener el agua.

Con la agricultura tradicional, cavando y abonando con compost y estiércol, el agricultor obtiene cosechas proporcionadas a la cantidad de compost y estiércol que incorpora en cada temporada de siembra.

Con la agricultura química, cavando y abonando con productos de la industria química,  el suelo se vuelve inanimado, y se agota la fertilidad del terreno en poco tiempo. Hay que seguir y seguir abonando con los abonos químicos en cada siembra. Si no, la tierra no puede hacer crecer las plantas de las semillas que germinan con la humedad.

Fukuoka podía producir el arroz sin inundar los campos en la época de crecimiento de esta planta, en el mes de Junio: era el acolchado que realizaba con la paja entera del cereal que cosechó en el mismo campo en el mes de Mayo el que retenía el agua de las lluvias de Junio.

Fukuoka sembraba a la vez semillas de cebada, de centeno y de arroz en el mismo campo, por siembra directa, sin cavar. 
Sembraba a la vez trébol blanco, que cubriría el suelo, lo nutriría, e impediría que proliferaran otras hierbas no deseadas.

.Esta agricultura sin labranza deja que la tierra se cultive por sí misma mediante la actividad de microorganismos, pequeños animales y lombrices. 
"¿Cuándo hemos visto que la naturaleza haga surcos? La tierra se cultiva a sí misma por medio de la penetración de las raíces de ciertas plantas y por la actividad de microorganismos y lombrices".


.Desarrolla la fertilidad natural del suelo. El suelo alcanza el equilibrio con el propio ciclo de vida de las plantas y los animales.
 "Si a la tierra no se la explota el suelo tiende a mantener  naturalmente su fertilidad, en armonía con el ciclo plantas-animales. Si la naturaleza no se perturba, la fertilidad se incrementa. ¿Quién fertiliza los árboles gigantes que encontramos a veces en el bosque?".

.Reconoce el papel de las plantas pioneras (no matar la maleza). Hay que controlar la maleza, no eliminarla. 
"Las malas hierbas no existen, lo que hay es un mal uso de las plantas, pues las plantas juegan un papel importante en la fertilidad y el balance de la comunidad biológica. Deben ser controladas. no eliminadas por labranza o herbicidas"
Fukuoka las controlaba con acolchado de paja y cobertura de trébol blanco sembrado en los cultivos.

.Busca el equilibrio con los insectos y las aves. Sin intervención humana la naturaleza se equilibra. 
"Si se usan pesticidas quimico-sintéticos éstos matan indiscriminadamente la riqueza biológica del suelo, aire y flora. Los insectos existen naturalmente en los cultivos, y se convierten en plaga debido a los artificiosos monocultivos y a la debilidad de plantas cultivadas en un suelo artificial sin humus"

De estos principios, desarrollados tras años de experimentación personal por parte de Masanobu Kukuoka, ha surgido la Agricultura de Conservación, la Permacultura.


  Hoy los agricultores jóvenes (40 - 50 años) de Castilla y León están haciendo siembra directa de los cereales tradicionales de la zona, trigo,  cebada y centeno; girasol, guisantes, colza, beza, etc.: han participado en cursos de la Junta en los que les han transmitido las últimas investigaciones agrónomas: la fertilidad natural de la tierra se recupera, se regenera, si no aramos. La cantidad de lombrices por metro cuadrado y 50 centímetros de profundidad va aumentando año tras año que no metamos el tractor con los arados en los campos de cultivo. Lo llevan haciendo ya 5 o 6 años. Y están contentos.

Yo me enteré el año pasado, pues me extrañó que en otoño, cuando acudí a vendimiar, tras días de lluvia  yo podía pasar por ciertos campos sin mancharme los zapatos del barro de los caminos y del de los campos arados... Sorprendida, pregunté.
Y así me enteré.

Recientemente he vuelto unos días a este pequeño pueblo castellano para podar las viñas... y les he ido preguntando cómo fue que comenzaron a probar la Siembra Directa, y qué resultados están obteniendo.

Todos ellos me remiten como origen a que, cuando en la Junta de Castilla y León les han hablado de las ventajas ya comprobadas de la agricultura sin laboreo de la tierra, sembrar directamente sobre el rastrojo de lo cosechado el año anterior, todos en este pequeño pueblo lo conocían ya de antaño, pero no sabían que había un respaldo científico tras esta práctica que iba en contra de las prácticas ancestrales del lugar, incluidas las de sus padres, a los que habían acompañado desde la infancia y de los que habían aprendido la profesión:

Hace 30 años, cuando el Ayuntamiento decidió roturar parte del monte y dar en arriendo esas hectáreas para ser sembradas, la persona que las alquiló,  Alejandro, vecino de otro pequeño pueblo a 15 km., empezó directamente a practicar la Siembra Directa.
Acabo de hablar con su viuda, Rosa, que sigue, año tras año, y desde hace 30, sembrando directamente sobre los restos vegetales de la cosecha del año anterior tanto los cereales habituales de la zona, trigo, cebada y centeno, como otros para forraje animal, guisantes, colza, beza, así como cardo y tritical para biodiesel.
Hace 30 años Alejandro regresó a instalarse en el pueblo que le había visto nacer, tras un viaje de juventud en el que recorrió medio mundo. Conoció la Siembra Directa en Sudamérica. Aunque empezaba a practicarse en Chile, vio que en Argentina y Brasil estaba muy extendida, con muy buenos resultados.
Al regresar a su pueblo, habiendo decidido vivir de la agricultura, fue la Junta de Castilla y León la que le puso en contacto con una empresa de Venta de Semillas que prestaba la máquina sembradora para el proceso de siembra directa, y luego se devolvía.
Nunca se arrepintió.
Pero no tuvo seguidores,  porque al haber traído esta práctica de tierras extrañas de su largo viaje de joven, los agricultores del pueblo siempre lo consideraron una excentricidad.

Cuando ahora es la Junta la que está haciendo campaña en pro de la Siembra Directa ya que se ha comprobado que mejora año tras año la fertilidad del suelo, no necesitando abonar según pasan los años practicándolo, los agricultores más jóvenes del lugar se han decidido a probar. El primer año probaron con una o dos parcelas, luego ya con casi todas, dejando alguna arada para comparar la producción de lo sembrado por los dos métodos, la siembra directa y el método tradicional de arado y abonado con estiércol.
Me cuentan que en 2018 hubo muy buena cosecha de cebada: y comprobaron que la cebada cosechada en las parcelas de Siembra Directa fue notoriamente superior a la cosechada en la parcela aún arada, aún no incorporada a la Siembra Directa. No siempre viene buen año de cosecha, y no siempre fue tan notoria la diferencia. 
Actualmente los agricultores que hace unos años decidieron probar la Siembra Directa ya la practican en la totalidad de sus parcelas. Están contentos. 
No sólo aumenta la fertilidad de la tierra, que comprueban  viendo con sus propios ojos cómo van aumentando la densidad de lombrices en la tierra, sino que se ahorran tiempo de laboreo y gasto de gasóleo. Y, por otra parte, la productividad es similar.
La pega es que antes de sembrar han de echar herbicida. Antes era abono y herbicida lo que echaban a la tierra arada.

Fukuoka consiguió controlar las hierbas "pioneras" sembrando trébol blanco junto con la cebada, el trigo, y el arroz. El trébol blanco cubría la superficie de la tierra y no crecían otras hierbas.  Aquí habrá que seguir investigando para no tener que echar herbicida. Seguro que están en ello.

Fukuoka es un referente agricultor, biólogo, científico, filosófico y ecologista japonés. Quiso dejarnos escrito su proceso de investigación y sus hallazgos, así como las causas que motivaron su interés por esa Agricultura Natural.
"La revolución de una brizna de Paja", 1989,  traducida en 2012, es su narración sencilla y clara, en primera persona, de toda su  investigación y sus hallazgos.
Investigó hasta cómo luchar con la desertización, sembrando semillas de plantas que con sus raíces hicieran ascender la humedad del subsuelo. Sus 25 años de investigación produjeron muchos hallazgos.
En 1988 recibió el Premio Ramón Magsaysay (llamado Premio Nobel Asiático) en la categoría de Servicio Público.



La catalana Emilia Hazelip (1937 - 2003), científica, agrónoma y naturalista, preocupada por cómo se iban quedando cada vez más yermas las tierras que ella conocía en Castilla, marchó a recorrer el mundo buscando otras maneras de hacer que fueran más respetuosas con la naturaleza. En 1960 estudió Agronomía Biológica en California. Tras conocer la Agricultura Natural de Fukuoka regresó a Europa, primero a Francia, después a su tierra natal, en España. Investigó cómo adaptar la metodología de la Agricultura Natural de cereales de Fukuoka, a la horticultura. No le funcionaba bien al principio. Poco a poco fue lográndolo con bancales elevados que una vez elaborados y cubiertos con los restos desechados de las verduras recogidas, nunca más se volverían a remover ni a pisar.
Aunque impartió cursos prácticos en sus huertos, no elaboró un manual escrito. Murió cuando se estaba ya dedicando de lleno a la enseñanza práctica.
Nos dejó un pequeño vídeo de un poco más de una hora, "El huerto de Emilia Hazelip". Un regalo.


Esta última semana de Febrero se celebra en Zaragoza la Feria Agrícola 2020 FIMA. Los reportajes que cubren el evento hablan de las tendencias de la agricultura hacia el respeto hacia el medio ambiente, apareciendo el primer tractor propulsado por gas, gas metano, que podrá dar salida a purines y estiércol de granjas animales; sembradoras de Siembra Directa renovadas, más manejables y versátiles... Estamos asistiendo a una época de cambio.






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