BACTERIÓFAGOS COMO ALTERNATIVA TERAPÉUTICA A LOS ANTIBIÓTICOS



BACTERIÓFAGOS COMO ALTERNATIVA TERAPEÚTICA A LOS ANTIBIÓTICOS


Las bacterias pueden mantener con los humanos una relación simbiótica  de mutuo beneficio, de beneficio propio, o pueden resultar patógenas, infectando al huésped humano.
El equilibrio entre una situación beneficiosa  y otra destructiva es muy delicado. Dependerá de muchos factores que varían  con el tiempo.

Los bacteriófagos o fagos son virus que  infectan a las bacterias y parasitan su organismo para replicarse  y multiplicarse. Son específicos de géneros o especies concretas de bacterias.
Tras infectar la bacteria y reproducidos los fagos, éstos destruyen a la bacteria, son líticos. Ya multiplicados están listos para parasitar infectando otras bacterias.

Sus descubridores fueron Williams Twort  y Félix Hubert d´Herelle  que, de forma conjunta, dieron a conocer al mundo la existencia del  bacteriófago en 1917, un virus que ha permitido descifrar  intrincados mecanismos de la biología molecular.

Twort, médico militar inglés, investigando las cepas del virus de la vacuna contra la viruela, encontró lo que denominó “factor lítico bacteriano”. Intuyó que podría ser un virus.

D´Helle , canadiense de origen, fue un autodidacta inteligente y audaz, ocho veces candidato al premio Nobel, sin formación formal en microbiología, pero trabajador incansable, con una curiosidad que le hizo recorrer el mundo investigando.
El 3 de diciembre de 1917, en París , dio a conocer el hallazgo y caracterización de “un microbio invisibles antagónico al bacilo de la disentería” Lo denominó bacteriófago,  y valoró su potencial terapeútico y comercial. Intuyó que toda  bacteria con capacidad para infectar debería tener un bacteriófago encargado de su destrucción.

Los antibióticos son sustancias químicas producidas por un ser vivo (puede ser una bacteria), o un derivado sintético, que mata o impide el crecimiento de ciertas clases de microorganismos sensibles. La mayoría son fármacos para tratar las infecciones bacterianas en medicina humana, en la animal, y en horticultura.
Son tóxicos para las bacterias infecciosas, mucho más que para los humanos y animales huéspedes . Ayudan a las defensas de los organismos infectados a luchar contra las bacterias mientras desarrollan los anticuerpos y éstos sean suficientes.

El abuso de estas sustancias, la inadecuada elección de las apropiadas, así como incorrecta posología, ha generado poblaciones de bacterias resistentes a los antibióticos por mutación. Hasta el punto de que la OMS insta a la comunidad científica (I+D) para que se emplee en la búsqueda de soluciones. Se espera que en 30 años las bacterias resistentes maten a más gente que el cáncer.

https://www.who.int/es/news-room/detail/27-02-2017-who-publishes-list-of-bacteria-for-which-new-antibiotics-are-urgently-needed

Los fagos se están postulando como una alternativa potencial para hacer frente al problema de la resistencia de las bacterias a los antibióticos.

A diferencia de los antibióticos, los fagos son muy específicos. Afectan sólo a la bacteria diana. No se han descrito efectos secundarios.
Descubiertos en 1917, ya fueron usados antes del descubrimiento de la penicilina en Francia y Bélgica.
A partir de 1940 la industria farmacéutica primó el desarrollo de antibióticos. Pero siguieron estudiándose en la Unión Soviética y en Polonia. En 1987 se usaron para tratar las infecciones de Staphylococcus, Escherichia, Proteus y Pseudomonas.

Recientemente se han hecho estudios en Bélgica, Francia y Países Bajos para tratar a pacientes quemados con cocktail de fagos.

En Veterinaria ya se están planteando su uso. Cada vez hay más restricciones al uso de antibióticos. De hecho ya hay algunos compuestos de fagos efectivos frente a la Salmonella y C .perfringens.

Dentro de la industria alimentaria los bacteriófagos se están utilizando en quesos y ensaladas para prevenir su contaminación por bacterias, eliminando el riesgo que pudiera surgir para la salud de los potenciales consumidores.

El reto es que la vida útil del fago es muy limitada una vez aislado de la bacteria.
Y al ser elementos activos deben someterse a rigurosos controles de calidad.
Como problemas a resolver están la posibilidad de utilizar mezclas de varios fagos, establecer la ruta idónea de administración, y modificarlos genéticamente para que desactiven los genes de resistencia bacterianos.

Hay en marcha diferentes ensayos clínicos para valorar la eficacia terapéutica de múltiples fagos.

https://www.ainia.es/tecnoalimentalia/tecnologia/bacteriofagos/ 




Comentarios

Entradas populares de este blog

Ciencia, Tecnología y Sociedad Tarea 5 CORNUPIANISO, TECNOFIDEÍSMO Y SOLUCIONISMO

Correspondencia entre valores epistémicos y valores o virtudes socioculturales

Escalas de distancia en el universo observable en órdenes de magnitud 10